La calefacción en hogares y locales de trabajo es el proceso por el cual se controla la temperatura y el modo de conseguir las condiciones térmicas adecuadas a las personas que los ocupan.
No obstante, un sistema de calefacción perfecto no debe limitarse solamente a calentar, sino el de crear un clima de bienestar, de confort térmico para las personas, establecer un equilibrio térmico entre el cuerpo y el ambiente que lo rodea y así obtener el máximo bienestar fisiológico-térmico. Un individuo consigue el estado de confort cuando no expresa ninguna sensación de frío ni calor.
Las condiciones ideales se dan al comenzar la estación veraniega. La temperatura del aire y la de la superficie cercana de una habitación no presentan más que unas pequeñas diferencias térmicas. El sistema de calefacción radiante es uno de los sistemas que mejor logra este objetivo, ya que tiene en cuenta la “temperatura operativa” (media entre la temperatura del aire y el de las superficies), temperatura a la cual el cuerpo humano es sobre todo sensible y uno de los factores más indicativos del grado de confort alcanzado en un local.
Posiblemente, la mejor característica de este sistema de calefacción deriva de la temperatura moderada que ofrece y controla, ya que una persona sometida a la acción de este tipo de calefacción no llega a sentir ni frío ni calor.
Con este sistema no se impide al cuerpo eliminar el calor sobrante, sino que dichas pérdidas son moderadas consiguiéndose que el cuerpo encuentre un equilibrio térmico fácil de mantener por su propio sistema autorregulador.
Pasos para la instalación del suelo radiante
1.- Preparación de la superficie
Antes de iniciar la instalación, debemos tener perfectamente preparada la superficie, para ello el forjado debe estar nivelado y lo más limpio posible, sin restos de otros materiales.
También es recomendable que el resto de trabajos de albañilería e instalaciones de agua y electricidad estén terminadas.
Posteriormente colocaremos una barrera anti-humedad (film de polietileno) a lo largo de toda la superficie.
2.- Colocación de la banda perimetral
La banda perimetral debe extenderse por todo el perimetro de la instalación, cubriendo marcos, pilares, puertas, etc… El sobrante que asome por encima no debe cortarse hasta que se haya extendido el solado final.
3.- Colocación de las placas aislantes
Se comienza colocando una fila de placas cubriendo una pared a lo largo, en caso de que la última placa no quepa, se cortará para poder ajustarla. El trozo sobrante de ese corte, lo usaremos para iniciar la segunda fila y así sucesivamente (con esto se ahorran placas al final de la instalación). El corte de las placas se realizará utilizando un elemento cortante (cúter, sierra, etc.) que nos permita hacer cortes rectos y limpios. La union entre placas debe realizarse de forma precisa utilizando el sistema machihembrado para evitar la filtración de mortero.
4.- Caja y colectores de distribución: colocación en una posición centrada
El armario que albergará los colectores se debe colocar a ser posible en un lugar centrado de la instalación y a una altura que permita que los tubos puedan curvarse y unirse al distribuidor sin ningún problema.
La ubicación del equipo estará definida en el plano del proyecto. Los lugares más idoneos son donde quede a la mano de revisión y mantenimiento a la vez que sea un sitio discreto: armarios empotrados, en el interior de los armarios de la cocina, sala de calderas, debajo de escaleras, etc
5.- Colocación de la tubería
Los tubos se deben colocar al menos a 50 mm. de distancia de las estructuras verticales y a 200 mm de los conductos de humo y de los hogares o chimeneas. La distancia entre los tubos de los circuitos, denominada PASO, se definirá en el proyecto.
Se colocarán grapas en aquellos lugares donde el tubo tienda a levantarse.
En la colocación del tubo hay que tener en cuenta lo siguiente:
1. Los tubos de las distintas habitaciones nunca deben cruzarse entre sí.
2. Cuando los tubos atraviesen las juntas de dilatación, se deberán proteger con un tubo corrugado o codos de protección para evitar que se dañe el tubo.
3. Si la vía del colector de ida es la tercera (por ejemplo) empezando por la izquierda, el tubo de retorno se deberá colocar en la tercera vía del colector de retorno, de manera que tanto el circuito de ida como el de retorno estén colocados en la misma vía.
4. Las curvaturas a realizar en el trazado del circuito no deben de ser muy cerradas, para evitar que el tubo se pliegue.
5. En aquellos extremos donde la pérdida de calor es grande (grandes ventanales, etc.) se recomienda que el paso sea inferior al resto del circuito (se debería definir en el proyecto).
6.- Colocación de juntas de dilatación
Se colocará junta de dilatación cuando la superficie de la estancia a calefactar supere los 40 m2 o tenga una longitud superior a los 8-10 m.
Se deben colocar en los pasos de puertas.
Es necesario proteger los tubos que atraviesan las juntas de dilatación para evitar pliegues y/o roturas.
7.- Prueba de presión
El llenado de cada circuito para la prueba de presión debe realizarse lentamente, para reducir al máximo la entrada de aire.
Se cierran todos los circuitos excepto, el que se quiere llenar, despues se abren los grifos de la impulsión y el retorno, para que el aire del circuito pueda salir y se comienza con el llenado por el grifo del colector de impulsión.
El circuito estará completamente lleno, cuando, por el grifo del colector de retorno, salga un chorro continuo de agua.
Esta operación la realizaremos con el resto de circuitos hasta terminar de llenar la instalación completamente.
Los purgadores deben evacuar el aire que pueda quedar en la instalación.
Antes de colocar el mortero, es necesario realizar la comprobación de la estanqueidad de los circuitos por medio de un ensayo de control de fuga.
La presión de ensayo debe ser el doble de la presión de servicio, teniendo en cuenta que como mínimo se deberá realizar la prueba con 6 bares de presión, durante al menos 24 horas.
Durante el hormigonado, hay que dejar el tubo a presión, para que una vez realizado el fraguado el tubo tenga espacio para su dilatación.
8.- Vertido del mortero
Durante la producción del mortero debe utilizarse aditivo que no aumente más del 5% el aire dentro del mortero.
Cuando se coloca el mortero, la temperatura del mismo y la temperatura del suelo de la habitación no debe caer por debajo de 5ºC.
Posteriormente, una vez terminado el trabajo del vertido, se debe mantener la temperatura de 5ºC como mínimo durante tres días.
La operación de vertido debe realizarse comenzando por la habitación que está en un extremo, siguiendo un orden y dejando para el final los pasillos.
Dentro de cada estancia el vertido se realiza empezando desde el centro y esparciendo el mortero lentamente, de forma que el film de la banda perimetral se quede por debajo del mortero.
En caso de mortero autonivelante hay que sellar perfectamente la instalación para que el mortero no filtre.
9.- Colocación del solado
La colocación del solado se realizará después de al menos 1 mes del vertido del hormigón.
Podremos colocar el revestimiento que más nos acomode según la estáncia, ceramica, parquét, tarima, etc…
10.- Equilibrado de la instalación
Una vez realizado el calentamiento inicial, hay que proceder al equilibrado de la instalación, para que el calentamiento de cada estancia sea uniforme y suficiente. Para ello se utilizarán los reguladores de caudal o detentores de los equipos de distribución.
El proyecto deberá indicar el caudal que tiene que circular por cada circuito, por lo que en el caso de tener reguladores de caudal, solo hay que abrir o cerrar esa vía hasta que el émbolo indique el caudal proyectado. El equilibrado es correcto cuando la temperatura de retorno sea la misma en todos los circuitos.
También hay que asegurarse que el salto térmico entre ida y retorno no sea superior a 10cº, si se tiene un salto superior, hay que ir cerrando las vías hasta conseguir el salto deseado.